La fotografía Macro es una de las técnicas más interesantes cuando se trata de tomar fotos cargadas de detalles, especialmente en pequeños objetos. Una técnica que puede ejecutarse con facilidad, siempre que sepas cómo ponerla en marcha.
A veces, las cosas más pequeñas pueden generar las imágenes más grandes y de mayor detalle. Algo que ocurre en las fotos macro, en las que se magnifica aquello que no siempre vemos, y que nos permiten acceder al máximo detalle de cualquier animal, objetos y cualquier otra cosa, que estemos acostumbrados a ver de una manera diferente.
Esta es la magia de la macrofotografía. Lo mejor de todo es que si cuentas con una lente macro y una cámara de buena calidad, no tendrás problemas para realizar este tipo de imágenes de alto detalle. Algo que puedes comprobar si sigues leyendo las orientaciones que te ofrecemos a continuación.
Por cierto, si no sabes qué es un macro, este concepto no tiene nada que ver con los pequeños comandos que se graban en Excel o Word para hacer ciertas tareas. En el mundo de la fotografía, un macro o más bien una macro, es una de estas fotos de gran tamaño que venimos comentando.
Qué necesitamos
Puesto que vamos a tomar unas imágenes con unos requisitos y características muy concretas, es obvio que para hacer fotos macro en casa vamos a necesitar algunos elementos. Uno de ellos es una cámara réflex. Es cierto que algunas cámaras compactas incluyen un modo macro, señalizado con una flor, pero este se limita a tomar una foto de cerca sin más, por lo que no es un macro real.
Lo segundo que vamos a necesitar es un objetivo macro, que es donde reside el éxito de toda nuestra operativa. Y es que la cámara réflex, por sí sola, no establece la calidad o el planteamiento de las fotos macro, sino que es este objetivo el que marca la diferencia. Por tanto, puedes recurrir a cualquiera de las cámaras Canon, Nikon o cualquier otro fabricante de calidad para equiparte, siempre que tengas un objetivo de calidad.
Como alternativa, si no te alcanza para este complemento o no quieres gastar tanto de primeras, tienes la opción de hacerte con una lente conversor macro. Este accesorio tiene un precio más económico que el de un objetivo macro para Canon o para cualquier otra cámara, aunque también es cierto que la calidad final de la imagen también varía. No obstante, para practicar y hacer tus primeras fotos macro no es mala idea.
La importancia de la longitud focal
Una de las cuestiones más importantes, en lo que a crear este tipo de imágenes se refiere, tiene que ver con las distancias focales con las que tomamos las fotos. Para tenerlo todo claro, vamos a empezar comentando qué es la distancia focal en fotografía. Dentro de este mundo, la distancia focal establece el alcance que tiene el objetivo, conforme a su construcción.
Explicado de manera más sencilla, cuanto mayor sea la distancia focal que tiene el objetivo, mayor será la capacidad del mismo para hacer zoom sobre aquello que tengamos delante. Algo que, como te estarás imaginando, resulta fundamental a la hora de tomar fotografías macro, en las que la cercanía a la imagen es clave.
Esta distancia focal se mide en milímetros. Cuantos más milímetros tiene el objetivo, más nos acercaremos al objeto a fotografiar, percibiendo más sus detalles. Así que este es uno de los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de comprar un objetivo para estas fotos. Como referencia, los objetivos más recomendados para fotografía macro tienen distancias focales que rondan los 100 milímetros o más, siendo adecuados a partir de unos 60 o 75 milímetros.
Por cierto, aunque hemos hablado de distancia, también es importante echarle un vistazo a la apertura de diafragma que nos ofrece el objetivo que estemos pensando utilizar. Esta apertura debe ser lo más grande posible, lo que se traduce en un valor f bajo. Si el mismo ronda los 2.8 de valor f, es una buena opción. De todos modos, dado que los objetivos macros están etiquetados con estas características, tampoco tendrás problemas para elegir el que más te interese.
Manos a la obra
Una vez que tenemos ya nuestra cámara y un objetivo macro adecuado, conforme lo que hemos comentado, es el momento de pasar a la acción y tomar nuestras primeras imágenes. A diferencia de otro tipo de fotografías, cuando se trata de realizar fotos macro es recomendable usar un trípode o similar, siempre que sea posible.
Pensemos que, debido al detalle que perseguimos, cualquier pequeño movimiento puede estropear la foto. Por eso es clave tener un pulso óptimo y usar el estabilizador, en caso de no usar trípode. De todos modos, usar una velocidad de obturación elevada también nos ayudará a evitar estos movimientos o vibraciones en nuestras fotos macro.
Otro elemento interesante y con el que jugar es la luz. En este caso, el uso del flash es bastante útil, existiendo incluso algunos tipos de flash específicos para realizar fotografías macro. No obstante, si pretendes usarlo solo como relleno, puede bastar un flash convencional. Eso sí, en ambos casos es altamente recomendable usar un difusor para la luz, que evite concentraciones excesivas de la misma.
Seguimos hablando del enfoque. Salvo que estemos persiguiendo elementos móviles, como animales, lo suyo es usar el enfoque manual. Pensemos que, si queremos echar una foto de un objeto fijo, como el mejor ginseng en raíz que tengamos o algún insecto o animal estático, este enfoque manual nos ayudará a ajustar la imagen para percibir aún más detalles interesantes. Por eso, también es recomendable cambiar los ángulos de las fotos, a fin de añadir un extra a la composición.
Como último consejo, te damos uno que ya te sonará si eres habitual de nuestros artículos: dispara, dispara y dispara. No tengas miedo de ir probando cosas y realizar muchas fotos de una misma composición. Es la mejor forma de aprender e ir viendo qué funciona y qué no a la hora de tomar fotos macro.